FUNDACIÓN PEDRO CAVADAS
HEMOS VUELTO
La Fundación con motivo de las restricciones de vuelos durante la pandemia de 2020-2022, tuvo que suspender los viajes quirúrgicos a Tanzania, país especialmente castigado por e lCOVID.
Durante este periodo hemos continuado la ayuda económica a estudiantes de áreas remotas y hemos tenido que rehacer toda la documentación y permisos para seguir trabajando allí.
Tanzania no es un país más amable para hacer trabajo humanitario. La burocracia, papeleos infinitamente cambiantes, plazos y trámites eternos, cuya agilización requiere de lubricante universal, en muchas ocasiones, y todas las trabas imaginables hasta conseguir renovar todos los permisos y licencias.
Y por fín, tras dos años de papiroflexia, tenemos un acuerdo de colaboración con la Archidiócesis de Arusha y sus «hospitales».
En enero 2023 retomamos los viajes quirúrgicos, ahora en Mto wa Mbu (literalmente Río de muchos Mosquitos), en el Centro de Salud de Kirurumo. Hemos vuelto a hacer cirugía reconstructiva gratuita en un quirófano improvisado en una habitación. La única diferencia con Engaresero es que a veces hay electricidad. Por lo demás suplimos con creatividad y oficio las carencias del entornos. HEMOS VUELTO.
En agosto 2023 haremos otra misión que, como siempre, se llenará con los pacientes que están esperando el primer día, pero como se dice allí, siempre cabe uno o más y las listas de quirófano, que parecen completas, se llenan con más y más pacientes que siguen llegando, en un juego de Tetrix muy africano.
Estamos en fase muy avanzada de desarrollo de programas quirúrgicos en Tchad y Guinea Bissau, que esperamos comenzar en 2024. Pero hacer planes en esta parte del mundo es difícil, y los apoyos y las facilidades de un día pueden cambiar el día siguiente, veremos…
El equipo quirúrgico es pequeño, un cirujano (yo), una ayudante (va cambiando de un viaje para otro), una enfermera instrumentista multitarea (Lidia, un hallazgo) y un anestesista, que también va cambiando en cada viaje y que cuesta horrores encontrar. La fundación agradecería anestesistas voluntarios para misiones humanitarias de 10-14 días, curtidos en cien batallas.
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EMAIL: fundacion@pedrocavadas.org
Durante los dos años largos en que no hemos podido ir a Tanzania, hemos traído a España pacientes complejos de Senegal, Congo, Marruecos, Argelia, Mozambique y Guinea. Las cirugías fueron bien y los pacientes retornaron a sus países con una oportunidad nueva de vida.
Los programas de ayuda económica a estudiantes en Kenya y Tanzania continua, así como la ayuda a las familias de algunos pacientes que, a pesar de nuestros esfuerzos durante años, acabaron muriendo de su enfermedad y dejaron familias sin posibilidades de subsistir.
En África la realidad es dura y hay historias sin final feliz, por mucho que intentes lo contrario.
Esto no es solo medicina, es humanidad y dignidad profesional, justo de lo que trata la Fundación.
La Fundación Pedro Cavadas nace en 2003 en Valencia, se erige una organización de naturaleza fundacional, constituida sin ánimo de lucro, cuyo patrimonio se halla afectado, de forma duradera, a la realización de los fines de interés general propios de la Institución.
MISIONES, ORÍGEN Y OBJETIVO
La Fundación tiene por objeto inicial la realización de las siguientes actividades: Investigación y desarrollo de la microcirugía reconstructiva, mediante el estudio e intervenciones con carácter científico, así como la promoción de proyectos de investigación Y la organización de enseñanza especializada mediante cursos, conferencias, congresos, becas, etc.., el mantenimiento de relaciones con instituciones afines y cuantas actividades sean necesarias para el mejor funcionamiento de la Fundación.
En 2003 la Fundación Pedro Cavadas comenzó operar gratis en África Oriental, en su mayoría a niños, de problemas reconstructivos complejos, un proyecto que financia prácticamente solo.
Viaja a África, principalmente Kenya y Tanzania dos o tres veces al año, en misiones quirúrgicas de un par de semanas, durante las que opera en áreas remotas de sol a sol, una media de 60-70 pacientes por misión.
Luego realiza otros viajes más cortos, tres días, en los que revisa la situación de sus pacientes aldea por aldea, acompañado habitualmente por sus dos hijas, para “que comprendan el mundo real”.
Con su Fundación ha realizado más de 1.500 intervenciones en Kenya, Tanzania y Ethiopia. Los casos cuya complejidad no puede manejarse en hospitales improvisados de campaña se trasladan a Valencia, España, para proporcionarles tratamiento quirúrgico de alta tecnología. Más de 50 pacientes han viajado a Valencia desde Kenya, Tanzania, Ethiopia, Somalia, Sudan, Sierra Leona, Congo, Guinea Ecuatorial, Guinea Bissau, Mauritania, Marruecos, Senegal, Kazajstan, República Dominicana, Bolivia… para recibir tratamiento adecuado gratuito.
La Fundación también incluye una filosofía de escolarización.
El Doctor Cavadas, considera que la educación es un pilar fundamental para mejorar el futuro de estas zonas desfavorecidas. Con este objetivo en mente provee de fondos a las familias que se lo solicitan para que sus hijos puedan tener mejores oportunidades.
Apadrina los gastos escolares y manutención de estudiantes de áreas remotas, hasta que acaban los estudios y “vuelan solos”.
La única condición es que se esfuercen y presenten calificaciones excelentes. Esa y que interioricen que alguien que ni les conocía le regaló una vida nueva a cambio de nada, y que, en la medida de sus posibilidades, intenten hacer o transmitir lo mismo en sus vidas.
Durante estos años la Fundación ha realizado 24 campañas quirúrgicas en regiones remotas de Kenya tratando quirúrgicamente de forma gratuita a más de 1000 pacientes, en estrecha colaboración logística con la Kenya Red Cross Society. Durante ese período la Fundación trasladó a Valencia, España, más de 50 pacientes con problemas reconstructivos complejos para recibir tratamiento quirúrgico en condiciones tecnológicas adecuadas.
En Kenya la Fundación ha establecido un centro de protetización de amputados en Nairobi que atiende y protetiza gratuitamente amputados de Kenya, Ethiopia y Tanzania.
La Fundación creó en 2007 una unidad de cirugía reconstructiva en el hospital de Kajiado, proporcionando entrenamiento quirúrgico en España a cirujanos locales, y aparataje apropiado.
En Kenya la Fundación, consciente de la importancia de la educación como elemento fundamental para tener alternativas vitales dignas, ha regalado estudios secundarios y superiores a alrededor de 50 estudiantes. Es un programa al que se incorporan nuevos estudiantes de zonas remotas conforme acaban estudios los becados ya existentes.
En 2014, debido a problemas de seguridad en el norte de Kenya, la Fundación traslada su actividad al Norte de Tanzania. Allí se establece un hospital de campaña dos veces al año, en la aldea de Engaresero, Lake Natron, donde se proporciona tratamiento quirúrgico reconstructivo a toda la población del norte de Tanzania que lo solicite. Hasta la fecha aproximadamente 500 pacientes han sido operados y atendidos de forma gratuita, incluyendo desplazamientos desde y hasta sus aldeas. Cinco pacientes de esa área, de especial complejidad, han sido trasladados a Valencia para tratamiento microquirúrgico reconstructivo.
La Fundación continúa en Tanzania el proyecto de estudiantes de zonas remotas a los que se proporciona estudios superiores, así como una colaboración económica continuada con el colegio de educación primaria de Engaresero.
Más de 400 cirugías Reconstructivas a pacientes vulnerables españoles y/o inmigrantes, incluyendo la cobertura de los gastos de todo el tratamiento médico y quirúrgico y estancia post operatoria.
La Fundación cubre gastos de tratamiento quirúrgico de pacientes en España, con o sin nacionalidad, si su tratamiento es necesario y por el motivo que fuere el sistema público de salud no los soluciona. Un paciente no puede quedarse sin tratamiento por motivos económicos. La Fundación se encarga de que eso no ocurra
Más de 50 Cirugías Reconstructivas en España, de pacientes extranjeros repatriados para ser tratados de tumores, malformaciones, secuelas traumáticas y quemaduras de pacientes repatriados de sus países de origen.
La Fundación cubre los gastos de todo el tratamiento médico y quirúrgico, estancia en Valencia habitualmente tres meses, viaje de ida y vuelta y tramitado de pasaportes y visados. Pacientes repatriados de:
ÁFRICA |
AMÉRICA LATINA |
EUROPA |
ASIA CENTRAL |
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Congo |
Mauritania |
Argentina |
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Etiopía |
Nigeria |
Bolivia |
Polonia |
Kazahjistan |
Guinea Ecuatorial |
Senegal |
Brasil |
Rumanía |
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Guinea Konacry |
Sierra Leona |
Ecuador |
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Kenia |
Somalia |
México |
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Mali |
Sudán |
República Dominicana |
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Marruecos |
Tanzania |
Venezuela |
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EMAIL: fundacion@pedrocavadas.org
HISTORIAS DE PACIENTES contadas por Pedro Cavadas
- Phillip.
Creo que es una historia de amor bonita. Vimos a Phillip en 2004 en Kenya.
Había sufrido una mutilación genital. Organizamos su traslado a España junto a otro paciente similar. En 2005 le hicimos una reconstrucción de pene. Se volvió a Bungoma, Kenya tres meses después. La Fundación le costeó estudios secundarios y universitarios, llegando a ser profesor de instituto. En el proceso la Fundación le proporcionó un medio de vida en forma de negocio local para complementar sus ingresos a largo plazo. Phillip conoció una chica, se casó y tuvo una hija. Vive una vida normal en un país complejo como es Kenya.
Periódicamente le vemos cuando vamos a Tanzania a operar. Con Phillip hemos
cambiado lo que habría sido una vida miserable, sin padre, con madre alcohólica y mutilado, por una vida plena y digna. Phillip me llama Papá y yo le considero prácticamente mi hijo.
- Abraham.
Es un niño de Marsabit, Kenya, víctima de violencia tribal. Sufrió emasculación
completa (amputación de pene y testículos). Lo trajimos a Valencia, lo
reconstruimos y de vuelta en su país le costeamos los estudios de enfermería.
Ahora trabaja de enfermero en Nairobi, haciendo vida normal. Periódicamente la
Fundación ayuda económicamente a su familia durante las épocas de sequía.
- Mike.
Encontramos a Mike
textualmente en una cuneta en Kenya hace 10 años. Tenía un tumor masivo en la cara desahuciado en kenya y en India, donde viajó para posibilidad de tratamiento. Lo trajimos a Valencia cinco veces durante 9 años para hacer cirugías de resección reconstrucción craneofaciales complejas. Mike mantuvo una calidad de vida buena durante años y pudo cuidar de su familia. Tuvo tres hijos
durante este tiempo. La primera me pidió que le pusiera nombre y se llama Carmen, como mi madre, ya fallecida. Mike murió hace un año. Hice un pacto con él de encargarme del bienestar de su familia si moría y así lo estoy haciendo y lo haré. Fue un caballero siempre. Descanse en paz.
- Lenunuko.
Paciente de Maralal, Kenya, atacado por una hiena. Perdió una mano, parte de la otra y una parte importante de la cara. Lo operamos en Valencia, reconstruyendo cara y manos. Volvió a su aldea y vive una vida normal. Ahora es capaz de mantener a su familia de siete hijos.
- Carlos Reginaldo.
Es paciente albino de Guinea Ecuatorial, con cáncer de piel extenso en la cara. Lo
operamos en Valencia y cambiamos un paciente con expectativa de vida de menos de un año por una vida normal, con necesidad de protección del sol, pero con un futuro por delante.
- Samuel.
Es un niño de 9 años de kenya con un tumor masivo de la mandíbula. Lo operamos en Valencia. Le resecamos la mandíbula y la reconstruimos. Volvió a su aldea, donde hace vida completamente normal
- Shamira Benhar de Marruecos llegó a las manos de la Fundación Pedro Cavadas a través de la Fundación Adra y el Centro Islámico de Valencia, quienes tramitaron la documentación necesaria para que ella pudiera viajar a nuestro país.
- Ali Amnad Rifi de Marruecos generó desde niño un tumor facial, el
joven proveniente de una familia pobre no contaba con recursos para asistir a un especialista, esto causó que con el transcurso del tiempo su situación se complicara hasta llegar al límite. El caso llegó a oídos de la Fundación y gracias a tres cirugías, dada la gravedad del caso, consiguieron una nueva vida para Ali.
- Wilmer Arias de Guatemala quedó en situación de tetraplejia como consecuencia de una bala perdida en su columna vertebral, la lesión le provocó una úlcera lumbosacra masiva con pérdida de vértebras lumbares y hueso sacro, lo que ocasionaba una disociación completa pelvirraquídea que le imposibilitaba estar sentado, estaba “partido en dos, en cama y con riesgo vital”. Tras unas muy complejas intervenciones se le regaló la vida, ha pasado de estar postrado en una cama a poder desplazarse en una silla de ruedas, tiene una segunda oportunidad para continuar viviendo sin sufrimiento.
Algunos casos de pacientes españoles
- Carmen, una paciente que vino con un serio problema en la tráquea que le impedía hablar desde hacía 30 años. A pesar de sus 50 años, Carmen no sabía leer ni escribir. Hice el pacto con ella de operarle y solucionarle el problema a cambio de que aprendiera a leer y escribir. Cada visita a la consulta traía los deberes con sus cuadernos de escritura infantiles. Enternecedor. Aprendió a leer y escribir y no ha parado de hablar desde entonces.
- Manuel, un paciente mayor, con un cáncer muy avanzado de mandíbula. Acudió para operarse como paciente privado con un presupuesto muy ajustado. Tuvo complicaciones que requirieron varias cirugías, ingresos en UCI y un incremento exponencial de los gastos hospitalarios. El paciente y la familia entraron en pánico en un momento crítico de su tratamiento. Obviamente la Fundación se hizo cargo de todos los gastos. El impacto en la mejoría emocional y física del paciente fue clave para poder solucionar las complicaciones y poder devolverle una vida normal. Tenemos pendiente una paella para celebrarlo.
- Ashok, un paciente español de origen hindú, vino con un problema de esófago por radioterapia desahuciado por todos los médicos que había consultado. Le operamos por la Fundación, le solucionamos el problema, ahora puede hablar y tragar con normalidad. Cada aniversario de su cirugía me envía un mensaje tremendamente emotivo en el queme agradece un año más de su nueva vida. Cada vez que le veo, aunque yo me niegue a ello, me besa los pies en señal d eprofundo respeto. Tiene un kiosco y me regaló la serie completa del Hombre y la Tierra. Es una persona de una calidad excepcional.
REFLEXIONES SOBRE LA CAUSA HUMANITARIA
“-No me estará Usted dejando pasar primero por ser una señorita?
No. Le dejo pasar primero porque yo soy un caballero”
“Los seres humanos necesitamos poco para llevar una vida digna. Tres cosas: comida y agua, que no nos disparen mucho a nosotros o a nuestra familia, y atención sanitaria básica. Lo demás es lujo. Sí, lo es. La actividad humanitaria debe ir dirigida a estas tres necesidades básicas (comida-agua, seguridad y salud). Eso es ayuda en estado sólido tangible (lo siento, soy de ciencias y creo en lo tangible). Todo lo demás, aunque enternecedor, es accesorio, gaseoso. Repartir abrazos y sonrisas quizá resulte redentor, pero nunca he visto que le solucionen la vida a nadie.
La educación es quizá el cuarto de estos estados sólidos de la ayuda humanitaria, porque es una inversión de futuro en la capacitación de esa población para cubrir sus tres necesidades básicas. De todas formas, compatibilizar la educación con la persistencia de culturas y formas de vida milenarias no es fácil.
¿Debe un niño de una tribu milenaria continuar su vida tradicional, sin lujo, pero con dignidad, o debe ingresar en la trituradora de la cultura globalizada? No lo sé.”
Vivimos en la parte cómoda del mundo. Sobra comida, seguridad, sanidad, sobra dinero. Yo no recuerdo haber hecho ningún mérito para nacer en esta parte del mundo. Nadie me preguntó. Nadie me dio a elegir. Pero la mayoría de la humanidad no vive en este jardín de comodidad. No se preocupa de los asuntos intrascendentes. Se preocupan de las tres necesidades sólidas y si les dieran a elegir, probablemente elegirían vivir una vida cómoda. Creo que la cooperación humanitaria es el precio mínimo del alquiler por vivir en la zona cómoda del planeta.”
¿Cuál es mi motivo, pues, para embarcarme en actividades humanitarias? Después de casi 20 años de ensayos y sobre todo errores africanos, creo que por pura y simple decencia. Porque no hacerlo es incoherente con mis principios. Porque para ser un caballero lo importante no es quien es la señorita, ni siquiera si la hay. Porque soy médico por avatares del destino y tengo la capacidad de aliviar sufrimiento, y porque el placer de regalar a alguien una vida digna no tiene precio. Porque ayudar a alguien que no ha tenido oportunidades, al que no conoces, que ni siquiera entiende por qué le ayudas y en el fondo no te importa si lo entiende o no, es un placer sublime.
Lo correcto o incorrecto ha oscilado continuamente a lo largo de la historia. Hoy te premian por lo mismo que te apaleaban hace 100 años y viceversa. Lo único loable y honesto, que no depende de modas culturales, religiosas o políticas, es aliviar el sufrimiento de otro ser humano. Y si algo nos iguala a todos los humanos es el sufrimiento. Aliviarlo es loable hoy, lo era hace 100 años y lo será dentro de 100 años. Y sólo el sufrimiento que has aliviado (y por desgracia el que has ocasionado también) te sobrevive cuando mueres. Eso y el ejemplo que hayas podido dar. Tu memoria dura una generación y media (¿quién recuerda a sus bisabuelos?), pero tu ejemplo sobrevive. Dejar ese ejemplo de nobleza, de verdad y de bondad desinteresada da sentido a toda una vida. A la mía se lo da. Hay una motivación que siempre permanece, Ser vector de la causa humanitaria, Ser un caballero”.
Pedro C Cavadas, médico y aspirante a caballero
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